Las fotos de boda han pasado a llenar las paredes de las exposiciones de arte.

Ha llovido mucho desde que las fotografías de boda se llevaban a cabo en base a un estricto protocolo que cambiaba según las tendencias de moda. Por ejemplo, en los años 20 los novios aparecían sentados y las novias de pie a su derecha. Más adelante, ya en los 40 se pudo de moda la foto de boda con los rostros unidos y desde que en los años 70 se oficializa la presencia de un fotógrafo en las bodas hasta los reportajes creativos de hoy también ha pasado mucho tiempo, ya que antes los fotógrafos se ceñían a encuadrar bien en fotografías de pose.

Fotografo de boda

La auténtica revolución llegó en el momento en que se puso detrás del objetivo un fotógrafo sensible capaz de captar el momento, la magia de algunos instantes y estas fotografías fruto de la espontaneidad hoy día están de moda y son las más demandadas por los que se van a casar.

Pero lo que está claro es que la poesía, la mirada poética no se improvisa. Se puede tener una serie de técnicas que hagan que una fotografía en apariencia normal saque a colación una emoción y hasta en la red se pueden encontrar recursos para dar con estas imágenes espontáneas y poéticas que nunca fallan y que se dan en todas las bodas con peculiaridades distintas a las que recurren muchos fotógrafos partiendo de una idea original que ha causado impacto.

Los ojos en las ceremonias que todo lo ven

Existen, eso, sí, fotógrafos de boda con recursos propios y una mirada personal cómo el Fotógrafo de bodas en Valencia sobre cuyo trabajo se puede conocer más en https://www.ceciliapellicer.com/fotografo-bodas/.

En este caso estamos hablando de una mujer que junto a su ayudante ya ha realizado numerosos books fotográficos para bodas y que sabe marcar la diferencia de un modo natural en sus trabajos. Esta pareja de fotógrafos cuenta con un elemento indispensable, la pasión por su trabajo, la pasión por relatar historias a través de las imágenes y cuentan tanto con formación reglada en la Universidad, la que les permite conocer a fondo la técnica fotográfica como una experiencia que empezó a forjarse en el año 2011.

El objetivo de su trabajo es encontrar la satisfacción de sus clientes y esto es algo que están consiguiendo a decir de las opiniones entusiastas de estos que los califican como los ojos en las ceremonias que todo lo ven.

Reportajes de bodas así como otro tipo de eventos

Además de encarar los reportajes de boda como si de fotoperiodismo se tratara, buscando cazar aquel instante que cuenta muchas cosas con pocos elementos, también llevan a cabo sesiones fotográficas al uso.

Basta echar una ojeada a su book online para darse cuenta del nivel de sus trabajos, ya sea para reportajes de bodas como de otro tipo de eventos, sesiones de fotos para comuniones y hasta reportajes de parejas embarazadas ya que siempre es el momento de inmortalizar aquellos momentos llenos de emoción para fijarlos en el recuerdo.

Actualmente están muy de moda las sesiones de post comunión o post boda en las que se trata de hacer un reportaje fotografiado o en video de los chicos y chicas en su vida cotidiana. Para realizarlos hay un factor muy importante, saber escuchar la demanda del cliente, ya que el mejor trabajo siempre es el que nace de la empatía y esto es algo que también hacen naturalmente estos dos jóvenes valencianos que trabajan tanto en la capital del Turia como en zonas adyacentes, como por ejemplo, Gandía.

Captar el momento consiste en estar bien presente y tener siempre a punto la cámara

Para realizar una buena sesión fotográfica para una boda, los dos profesionales viven junto a los novios los preparativos de esta y a través del objetivo de su cámara se convierten en los testigos mudos pero bien presentes de la emoción contenida en estos primeros momentos, de los nervios, mientras tratan de que no se les escape ningún detalle de la relación de los novios con los familiares que les acompañan.

Una mirada cómplice o el suave posarse de una mano sobre un hombro pueden reflejar lo que está pasando aunque en las bodas también son importantes los objetos que forman parte del ritual, los ramos, el vestido de la novia, la decoración del lugar y mucho más.

Captar el momento consiste en estar bien presente y tener siempre a punto la cámara con las especificaciones técnicas que precise para cada momento. Después de los preparativos llega el momento en que los novios se dirigen al altar o en su defecto al despacho del Ayuntamiento. La tensión es la misma y ahí están los fotógrafos para captar estos momentos tan especiales que se van a recordar toda la vida.

La fotografía de boda ha dejado de ser un estilo en sí misma para pasar a englobar las denominadas fotos artísticas

Si bien realizar este tipo de reportajes supone contar con experiencia para medir tiempos, conocer los ritmos, etcétera.

La mayor parte de los novios a día de hoy, piden sus fotos en pen drive aunque también quedan los que las quieren en papel y el equipo de Valencia las entrega en cajas de madera y hasta en coquetos maletines. Y cómo tanto Cecilia Pellicer cómo su ayudante Manuel Gimeno quieren crecer profesionalmente también han llevado a cabo reportajes de todo tipo fuera de su área de acción a petición de sus clientes.

Enlaces y eventos como las comuniones están entre los reportajes más demandados pero cada vez hay más jóvenes que quieren tener su propio book, ya sea con vistas profesionales o no y estos se sienten a gusto con este equipo, ya que pueden sacar su verdadero yo, ser cómo quieren ser, puesto que los fotógrafos tratan en todo momento de crear situaciones confortables.

Y sentirse bien con uno mismo es el primer paso para salir bien en las fotos, al menos cuando no se tiene mucha fotogenia. Pellicer es una verdadera experta en crear situaciones relajadas, de ahí que se haya convertido en todo un referente en su provincia, por otro lado, una de las más densas de España.

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