El timing de la boda es la cronología ordenada prácticamente minuto a minuto y con la mayor precisión y detalle de todo lo que va a suceder en la celebración, antes, durante y después de la boda.
Hay que conocer al detalle toda la estructura de la boda, incluidos pequeños detalles, todo lo que pueda surgir y sobre esto calcular los tiempos.
El timing puede dar comienzo desde que la novia o los novios empiezan el día, marcando tiempos de peinado, maquillaje, vestimentas, fotos previas o demás actividades programadas para ese día.
Al ser la programación del evento, todo tiene que estar muy ordenado y no dejar nada al azar, por lo que es conveniente que esté todo esté cerrado con suficiente tiempo de antelación y conviene reunirse el día de antes o el mismo día de la boda por si hay que hacer algún cambio o retoque de última hora.
Aún así el timing se suele modificar siempre el mismo día de la boda, sobre la marcha, ya que siempre hay retrasos, imprevistos o cosas que surgen o que vemos que aunque pensábamos que si en primer momento, al final no se adaptan bien con la estructura que teníamos planificada en la boda.
Es muy importante coordinar a todos los proveedores de la boda para que cada uno sepa que es lo que tiene que hacer en cada momento, por lo que cada uno tendrá que tener una copia de ese timing para seguir bien la hoja de ruta.
Y si hay algún cambio todos los proveedores que intervienen deberán ser notificados rápidamente para que no surja ninguna complicación.
Y por supuesto cada boda es única y aunque más o menos se sigue la misma estructura para planificar un timing, hay que crear uno distinto para cada boda o celebración.